
Es dificil digerir cada fin de semana que un trozo de la vivencia de nuestros hijos en las zonas de columpios del Parque de los Castillos ha desaparecido arrasado por las maquinas, la prepotencia y el malhacer de nuestros gobernantes.
La indignación es mayor cuando además de desoir a los vecinos, se les ha engañado.
Se habia prometido que habría una zona de juegos que sustituiría los juegos de los más pequeños que serían eliminados de la zona de las obras, que no habría que preocuparse, que se habilitaría una zona, algún terreno para paliar la perdida de los dos que han sido devastados por las máquinas.
¿Donde están?
No lo sabemos, quizá nos pidan paciencia, que todo lleva su tiempo, su preparación y sus obras. Lo único que sabemos es que aquí nuestro consistorío solo corre y se da prisa para limpiar las pintadas, carteles y demás de la valla de la vergüenza. La imagen del alcalde es más importante que el juego de cientos y cientos de niños. O a lo peor, estan demostrando su poder, su fuerza y sus malas artés castigando a todos esos padres que se manifestaron en contra de la desaparición del parque, esto no lo quiero creer, no creo que sea posible ¿o si?.
No quiero su cultura a cualquier precio, y lo estamos pagando demasiado caro. No lo olvide señor alcalde, no todo vale en política y usted esta demostrando que los vecinos y sus hijos les importamos menos que su proyecto estrella.
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